La relación entre el plantel de Atlético y la dirigencia llegó a un punto límite. Un día después del recibimiento más hostil en el Monumental José Fierro, Leandro “Loco” Díaz rompió el silencio y lanzó una dura acusación contra el vicepresidente primero Ignacio “Nacho” Golobisky.

“Ese tal ‘Nacho’ (Golobisky) se encargó de ensuciarnos. Son un desastre, prometen cosas a los empleados y no cumplen con nada. Con Godoy Cruz acá será mi último partido con Atlético”, dijo el delantero en diálogo con ESPN, dejando en claro que su ciclo en el club está terminado.

Sus palabras reflejan el momento de máxima tensión que atraviesa el “Decano”. El conflicto comenzó cuando se conoció que el plantel decidió no concentrar antes del partido ante San Lorenzo por una deuda en los premios. “Los premios que se deben son de tres partidos: Talleres, River y Platense”, había explicado Golobisky días atrás, intentando calmar la situación. Pero lejos de apaciguarla, la declaración generó malestar dentro del grupo, que se sintió “expuesto y señalado”.

De los billetes al enojo final

El lunes, el Monumental fue un hervidero. En la salida al campo, los jugadores fueron recibidos con silbidos, insultos y billetes falsos lanzados desde las plateas, en un gesto simbólico de protesta. Las cámaras captaron a Lucas Pusineri recogiendo algunos de esos papeles, mientras Díaz, con la cinta de capitán, era uno de los más apuntados.

Durante el encuentro, Atlético comenzó ganando con el gol de Marcelo Ortiz, pero terminó cayendo 2-1 ante San Lorenzo. La derrota encendió la bronca: al final del primer tiempo, Díaz se cruzó con hinchas en la tribuna y, tras el pitazo final, volvió a discutir con otro grupo de plateístas, en una escena que debió ser contenida por el personal de seguridad.

El quiebre definitivo

Después del partido, Pusineri intentó poner paños fríos: “Son jugadores que tienen sangre y se entiende por el momento que vivimos. Es tiempo de calmar las cosas y tratar de unir las situaciones”, declaró el DT. Pero las palabras del entrenador fueron rápidamente opacadas por la explosión mediática del capitán.

Con su frase, Leandro Díaz puso nombre y apellido al conflicto. La tensión con Golobisky expuso el desgaste de una relación que ya venía fracturada. Y su anuncio de despedida anticipa un cierre abrupto para uno de los jugadores más emblemáticos del último tiempo.

El próximo partido, ante Godoy Cruz, podría ser el último del “Loco” con la camiseta del “Decano”. En medio de insultos, reclamos y acusaciones cruzadas, Atlético enfrenta algo más profundo que una derrota: una crisis interna que amenaza con romper lo poco que queda de unión en el vestuario y en el club.